¿Qué es la incertidumbre?

La incertidumbre es la falta de certeza, la falta de seguridad o la falta de noción de lo que pudiera ocurrir. Y en la vida vivimos muchos momentos de incertidumbre, pero en la maternidad esto se hace más visible, porque cuando ocurre incertidumbre ante algo que pudiera ocurrirle o afectar a tu hijo, es cuando la falta de control es más evidente.

¿Por qué la incertidumbre nos da una sensación corporal tan incómoda?

Porque nuestro ego nos hace pensar que podemos tener el control y así vamos viviendo, haciendo listas de pendientes por hacer, pensando todo el día en las posibles variables y vamos armando contención por esos flancos, creyendo que así todo sucederá como lo habíamos planeado, porque eso es lo que le gusta a nuestra mente. Y todo eso activa las cascadas de estrés por la ansiedad que todos estos pensamientos pueden desencadenar.

¿Por qué queremos tener el control de todo?

Porque ese es el trabajo de nuestra mente, pensar, pensar y seguir pensando hasta encontrar el camino donde se cree que se tiene todo resuelto, donde sentimos que se tiene el control.
Nuestra mente tiene como función mantenernos a salvo, sobrevivir, entonces le gusta que nada se salga de lo planificado porque lo considera una amenaza.

¿Por qué en la maternidad tenemos tanta incertidumbre?

Básicamente porque es algo que está fuera de ti, tu hijo es un ser independiente:

  • Biológicamente: cuando son pequeños no puedes saber si algo les está incomodando y si lloran, no puedes saber por qué está llorando y eso es algo que puede remover todos tus miedos.
  • Mentalmente: no puedes saber qué están pensando, qué quieren explorar y ellos en la primera infancia solo quieren saber cómo funcionan las cosas, quieren ver cómo reaccionan sus padres ante ciertas actitudes que tengan.
  • Está fuera de ti: cuando nacen estás tan pendiente de cada respiro porque al estar fuera de ti, no sabes qué podría pasarle. Incluso cuando aún está en tu vientre, la mente empieza a jugarte muchas ideas de lo que podría sucederle.

Además existen otros parámetros como:

  • Presión social: lo que te hace una “buena” o “mala” madre según la sociedad.
  • Ideas limitantes: lo que tienes en tu mente que debes hacer para poder lograr un “control” y no perderlo en la maternidad.
  • Emociones heredadas de nuestros padres y de muchas generaciones anteriores.

¿Qué puedo hacer ante la incertidumbre?

SUELTA, CONFÍA, RESPIRA, SÉ OBJETIVA Y TOMA ACCIÓN:

Suelta: Aunque suene raro, hay cosas en las cuales no vas a poder tener control y lo mejor es soltar esa idea y confiar en que tomarás las mejores decisiones con las herramientas que tienes en ese momento.
Además, el trabajo personal en la maternidad (y en la vida en general), donde lo importante es conocerse y saber de dónde vienen muchas de las ideas que tenemos para decidir si queremos o no seguir esas ideas.
La meditación, en estos casos, ayuda mucho para llegar a tu centro y poder tomar decisiones.
Confía: principalmente en ti misma, sabiendo que tomarás la mejor decisión en ese momento con las herramientas que tengas.
Respira: recuerda que no puedes controlar nada, pero si puedes tomar decisiones.
Sé objetiva: pon en blanco y negro las opciones que tienes.
Aquí y ahora, recuerda que en ese momento tienes algo y calma tu mente, porque no sabemos realmente qué podría suceder.
Toma acción: ve tomando decisiones según lo que vaya trayéndote más calma.
Si tienes algún comentario o duda déjamelo saber en los comentarios de abajo.
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