Primer paso:
Como lo dije en mi artículo anterior, ¿cómo saber si estás lista para iniciar el destete? (Linkear al artículo), lo primero que debemos hacer por nosotras es felicitarnos por el tiempo de lactancia que hayamos tenido, haya sido el tiempo corto, largo, ha sido un tiempo especial de conexión, además del de alimentación.
Te cuento cómo empezó mi proceso:
Te contaré el proceso de mi hijo mayor que ya tiene 4 años, con quien hice Destete nocturno y luego Destete total.
Actualmente, acabo de iniciar el destete nocturno con mi segunda hija, que tiene 1 año 9 meses y con quién estoy haciendo el destete yo sola.
Con mi hijo, el proceso comenzó cuando él tenía 1 año 7 meses, yo estaba muy cansada, trabajaba fuera de casa todo el día y manejaba bastante el auto por razones de trabajo. Durante el día, el cansancio y el manejo se hacía una ruta peligrosa, pero AÚN amaba darle de LACTAR.
Así que decidí iniciar con el destete pero solo nocturno, durante el día podía aún tomar teta, como él quisiera.
Considero que, como en la decisión de la Lactancia, esta decisión también es de dos, pero en el ÉXITO de ambas decisiones, las personas que nos rodean son primordiales.
En mi caso, conversé con mi esposo y decidimos hacer un Destete juntos.
En este proceso puede acompañarte, quien te ayuda con la crianza de tu hijo o puedes tomar las técnicas que estoy usando con mi segunda hija que decidí hacerlo yo sola y que escribiré un siguiente post sobre esto.
Algunos puntos que deberás tener en cuenta:
- EXPECTATIVAS: es mejor no tenerlas en cuanto al tiempo que tome el Destete, puede ser algo corto, como puede tomar un par de meses, en mi caso fue un mes con el mayor, desde que empecé el destete hasta que él tuvo su primera noche sin levantarse y pedirme teta.
- CANSANCIO: el proceso puede demandar más esfuerzo físico al inicio, ya que tendrás que ir probando técnicas con las cuales darle ese afecto y calma que le daba la teta y que ahora tendrás que identificar.
- EMOCIONES: te las comentaré a detalle en un siguiente párrafo.
Emociones con las que tendrás que lidiar:
- Añoranza: Nuestro hijo sentirá añoranza por la teta, por esa conexión con mamá que le daba tanta calma y bienestar, será una emoción que tendrás que gestionar, hablarle y decirle que entiendes que la extraña, pero que ahora podrán hacer otras cosas como más besos, abrazos y cosquillas.
- Rabia: También experimentan rabia, ya no tienen su teta y ellos hubieran querido seguir lactando.
- Tristeza: estoy segura que la sentiremos nosotras, sí, aunque suena difícil, pero en algún momento sentimos tristeza, por ver que nuestros hijos ya no son bebés y porque estamos acabando una etapa importante y que no se volverá a repetir con ellos. Valídate, es natural sentirlo, abrázate y siéntete orgullosa de ti misma.
Rutinas que fui cambiando:
- Rutina de irnos calmando: Mi rutina comenzaba a las 18:30 hrs, cambié el orden, ya que él ya estaba acostumbrado a cierta rutina, cuando le expliqué que comenzábamos con la rutina de niño grande, ¡se emocionó!
- Relación cama – teta: ahora, primero era el baño, luego la cena, el cuento y la leche lo empezamos a realizar en la sala y ya no en el cuarto, ya que él relacionaba cama con teta.
- Despedida de la teta: le pedía que nos despidieramos de la teta en la sala, y que estaba cansada y se iba a dormir.
- Cama y sueño: ya en la cama y si pedía teta, le hacía acordar que ya nos habíamos despedido de la teta y que no la vería hasta que estuviera el sol nuevamente. Me tocó ir identificando qué cosas también lo calmaban.
Apoyo del papá en el proceso
El proceso de dormir sin teta no es fácil, hay más cansancio en ese proceso, pero vale la pena, si ya lo decidiste.
Ya que mi hijo se quejaba y también lloraba, el atenderlo y saber que lo estaba acompañando en ese proceso, también es desgastante.
Entonces, una vez dormido, su papá se encargaba de calmarlo si despertaba en la madrugada, en ese momento mi hijo aún se levantaba entre 2 hasta 3 veces en la madrugada. A las dos semanas disminuyó a una vez por mes. Al mes no se despertó por primera vez toda la noche… ¡Nos sentimos en la gloria!, pero a la semana volvió a levantarse 1 o 2 veces pero ya no pedía teta, poco a poco sentíamos que se levantaba, pero también sentíamos que él solo lograba volverse a dormir.
Acá la intervención del papá fue fundamental para mí y para nuestro hijo.
Logré descansar, podía atenderlo mejor en el día y durante el proceso de acompañarlo en el destete. Para su PAPÁ, se involucró y conectó íntimamente con su hijo, algo que había estado haciendo yo, básicamente. Para mi HIJO, vio que con papá también es posible encontrar calma.
Todos salimos ganando y durmiendo mucho mejor.
Cosas maravillosas del Destete
Ver a tu hijo lograr dormirse solo, sin la teta, sin llanto, sin quejarse, es maravilloso, es un momento donde ves que está creciendo, que ya es capaz de conciliar solo su sueño.
Y obviamente, volver a dormir, recuperar tus pechos, ya no sentirlos adoloridos cuando hay malas noches o ya no tener el cansancio y poca paciencia que nos dá no tener nuestras horas de sueño completas.
Si tienes algún comentario o duda déjamelo saber en los comentarios de abajo.
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